Cuando hablamos de bombeo de agua y fluidos, también hablamos de diversas tecnologías que, con su aporte, llegan a cumplir una función fundamental el ámbito industrial, y precisamente en este rubro, las más populares son las centrífugas y de desplazamiento positivo.
Hoy conocemos cómo se diferencian una de otra, y sus usos más comunes dentro del medio. Cabe mencionar que no hay variaciones abismales entre sí, más que uno que otro detalle que podría marcar una ínfima diferencia.
¿Qué es una bomba centrífuga?
Una bomba centrífuga es aquella que es utilizada para bombear sustancias de baja y media viscosidad, a un nivel bajo, teniendo un caudal considerable. Cuando estas son utilizadas en líquidos con gran viscosidad, pierden velocidad y esto se da por la fricción entre materiales en el interior de la bomba, lo que puede derivar en un problema mayor llamado cavitación. Son fáciles de hallar en la potabilización de agua, minería y demás.
¿Cuáles son las partes de una bomba centrífuga?
El impulsor de la bomba centrífuga tiene dos partes principales: Elemento giratorio que incluye la flecha y el impulsor, y el elemento estacionario que está compuesto por chumaceras, estoperas y cubierta.
¿Qué es una bomba de desplazamiento positivo?
Por otro lado, las bombas de desplazamiento positivo son aquellas que se emplean para mantener un caudal incesante, por lo que esa característica hace que sean ideales para sustancias con viscosidades altas, tales como lodo, aguas residuales y demás. Funcionan perfecto para descargas relativamente bajas, para baja velocidad, para succiones variables y con pozos de gran profundidad, cuando la capacidad de bombeo que se necesita es ligera. El término “positivo” grafica que la presión que se desarrolla esta circunscrita por la resistencia de las diversas partes de la bomba.
Diferencias entre las bombas centrífugas y las bombas de desplazamiento positivo
Las diferencias no son tan pronunciadas en este caso: las bombas de desplazamiento positivo se fundamentan en alcanzar un volumen inalterable de líquido y, de esa forma, compelerlo mediante la descarga de la bomba. Hay dos tipos en el ámbito general: las recíprocas, que funcionan a través del movimiento persistente hacia atrás y adelante. El segundo tipo son las rotativas que, como su nombre indica, funcionan gracias a la rotación constante de las partes de una bomba.
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